viernes, 23 de noviembre de 2012

Entrando en aguas profundas (Escena de BISEXUAL)

Aqui un nuevo fragmento de Bisexual, esta vez ya les voy dando un atisbo de cuan retorcida puede ser la novela. Después de esta escena, tal vez a unos les interese más leer la novela y otros puede que la descarten. De cualquier manera, aquí se las dejo... 

      La situación podría ser perfecta, pero hay algo raro en el ambiente. Tienen toda la noche, podrán hacer el amor las veces que quieran, sin presiones; pero no consiguen relajarse. La amenaza de la llamada de Enrique, que puede ocurrir en cualquier momento, pende sobre sus cabezas y no les permite estar completamente en paz. 
Y como el único modo que conocen para liberar tensiones es el sexo, eso es lo que hacen. En todas las posturas y maneras posibles, con sólo breves intervalos entre una y otra vez, sólo para recuperar las fuerzas. El timbre del teléfono los interrumpe, al fin, en plena faena. Marcos está apoyado en la pared y Elena acuclillada entre sus piernas, de espaldas y con su miembro firmemente ensartado entre las nalgas.
Sin hablar ni mirarse, ambos deciden no interrumpir el acto. Él toma el teléfono de la mesa de noche y comienza a hablar, mientras su otra mano aún aferra la cadera de la mujer, controlando sus movimientos. Ella sigue deslizándose al mismo ritmo todavía un poco más, en un ingenuo intento por continuar conectada a su placer e ignorar lo que está escuchando.
Pero eso es imposible. Lo más terrible no es lo que hablan, que no tiene nada de relevante. Se trata de la voz de Marcos, que en ese momento no es la voz de Marcos. El timbre, el tono, las inflexiones, todo en ella se transforma al hablar con Enrique. Ese hombre que habla tan pausadamente, escogiendo cuidadosamente cada palabra, y con ese leve temblor en la voz, no es el Marcos que ella conoce. Es el Marcos de Enrique.
Pronto comprende que no sólo su voz resulta diferente. Es todo él. Ni siquiera ese miembro –que ya bastante flácido, aún entra y sale de su interior– es el de su Marcos. ¡Está haciendo el amor con el Marcos de Enrique! Por primera vez desde el comienzo de esa historia experimenta la clara sensación de estar apropiándose de algo ajeno.
Nada más esa idea roza su cerebro, su excitación se dispara al máximo. Comienza a moverse frenéticamente y de inmediato siente como el pene del hombre comienza a recuperar su firmeza habitual. Para cuando lo escucha decir, como de lejos, «chao, mi amor», es el mismo de siempre, y ella no sólo se mueve, sino que prácticamente está saltando sobre él, cuyas manos ya no logran imponerle control a sus desbocadas caderas.
Se queda entonces muy quieto, viendo las nalgas de Elena golpear contra su pelvis, desparramándose sobre ella con cada impacto. Cuando por la espasmódica vibración de su cuerpo, comprende que está alcanzando el clímax, se aferra con ambas manos a su cintura, y se clava profundamente en su interior. Vuelve a quedarse inmóvil, mientras siente sus entrañas derramarse totalmente dentro de ella.  


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2 comentarios:

  1. Vaya, el principio del fragmento no me convenció y estaba pensando que debía ser díficil para quien hablaba por telefono estar concentrado en ambas faenas (risas) pero luego si que me ha sorprendido.
    Y nada, si que me ha intrigado aunque no sé si me anme a leer más :)

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  2. Vaya, creo que este comentario se me escapó. Gracias atrasadas por comentar.
    Bueno, espero que tu intriga haya sido suficiente como para decidirte a leerla. En ese caso, deberias contarme cómo fue la experiencia

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